Pero no es eso lo que me irrita. Menos aun, no me siento despechado. Cierto, me enamore de ella, y pude ser capaz de dar todo aquello de mi ser para ella. ¡Allá si es que no lo desea!
No es la primera vez que estoy en este estado. No me siento desconocido ante dicha situación. No puedo evitar enervarme ante estas formas de conciencia, tales destructoras de un fin tan bello. Sincera y honestamente, no puedo evitar sentir odio.
Mas aun ante la hipocresia de esa persona. ¡Había sido, las palabras han perdido su significado en este mundo! Ahí está la cuna de mi odio.
Menos aun puedo evitar sentirme gracioso, hilarante seria mejor descriptiva la palabra, al ver que lo que decimos importa poco y nada en este mundo.
Pero he de cumplir con lo que digo. Al ser trabajador de la palabra, soy conciente de lo que ello cuando se hace, cuando se incumple, es casi un sacrilegio.
Y me ire como llegue. en silencio. Nada mas me queda hacer al respecto.
Un despechado mas, siquiera. No me importa. Que ella haga de su vida lo que ella quiera, pero que no me involucre nunca mas.
He muerto para ella, y ella esta muerta para mi.